En el Mes Patrio, Bolivia se Encuentra Frente a Desafíos Ineludibles

Durante este régimen de Evo Morales, Bolivia ha sufrido un lento y sistemático proceso de destrucción de sus bases productivas y su institucionalidad democrática.
La economía nacional, pese a la aparente sensación de tranquilidad y equilibrio, contiene síntomas que pueden ser explosivos: predominio del extractivismo y ausencia de una diversificación productiva, persistente déficit comercial, aumento irresponsable de la deuda externa e interna que alcanza a cerca de $us. 19.000 millones de dólares, desempleo abierto, patrimonialismo administrativo de quienes se creen dueños del aparato estatal, etc.
El aumento de hectáreas para la producción de coca con el consiguiente aumento del narcotráfico, la corrupción que no tiene control, los avasallamientos que se producen en diferentes regiones, etc, vienen configurando un tipo de Estado permisivo que linda en el favoritismo delincuencial.
En ese marco y para generar las condiciones de su permanencia indefinida en el poder el régimen ha hecho del abuso una norma, han convertido la fiscalía en instrumento de represión y pretenden consolidar la criminalización de la política que, entre los cientos de procesos a dirigentes y personalidades políticas, se encuentran las del fallecido José M. Bakovic y, últimamente a Carlos Mesa, como mecanismo para evitar ser desenmascarados en su actitud pro-chilena por el caso Quiborax.
Este mismo esquema de abuso, represión, criminalización de la política y muerte ha venido siendo utilizado contra las organizaciones que reivindican sus derechos y demandas sociales y políticas tales como las poblaciones de Potosí, Caranavi, Achacachi, Los Yungas, los indígenas de las tierras bajas (Tipnis y otros), los discapacitados o la universidad de El Alto.
El modelo nacional-populista del MAS se ha agotado, pero pretenden atornillarse en el poder, manteniendo el esquema de abuso y autoritarismo, acatando las instrucciones cubanas y siguiendo los modelos de Venezuela y Nicaragua. Frente a esa intensión declaramos que:

• El pueblo no va a permitir ningún prorroguismo inconstitucional.
• La máxima expresión de la voluntad del pueblo se expresa en el voto.
• El referendo del 21 de febrero de 2016 es soberano, vinculante y de cumplimiento obligatorio.
• Por tales razones, Evo Morales, al igual que Álvaro García, están impedidos, constitucionalmente, a repostularse como candidatos.

Nuestra lucha es por recuperar la democracia, hacer respetar el resultado del referendo del 21F y construir una Bolivia con democracia y dignidad, económicamente productiva, socialmente equitativa y ambientalmente sostenible. Para ello será importante impulsar una amplia corriente de convergencia unitaria que se dote de capacidad organizativa y de una propuesta política que logre poner fin, democráticamente, al régimen del MAS y transitar hacia un Estado social y democrático de derecho.

¡BOLIVIA DICE NO! ¡LA CONSTITUCIÓN SE ACATA! ¡LA PATRIA SE DEFIENDE!
La Paz, 6 de agosto de 2018

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