Educación

Edgar Cadima hace un recorrido de las políticas que sufre la educación primaria y secundaria en Bolivia a partir de la pandemia. Enfatiza algunos puntos: (a) superar el tradicionalismo en la escuela; (b) avanzar a la educación en línea; y (c) reorganizar la currícula escolar. Sin duda estas ideas son bienvenidas para quienes han identificado problemas significativos en la educación boliviana. Edgar Cadima "Educación para las nuevas circunstancias" (Página Siete 12.6.20)

Edgar Cadima llama a reflexionar sobre la educación en Bolivia. Hace énfasis en la necesidad de implantar una política educativa de largo plazo; la urgencia de una visión que siente las bases de la educación a mediano plazo; y, la obviedad de contar en el sistema educativo nacional que haga innovación técnica pedagógica de consenso con los actores. Añade, de manera importante, la necesidad de evaluar las dos reformas que ha visto la educación nacional recientemente. Cadima en "Salidas para el Embrollo Educativo" (Página Siete 2.2.20)

Hacia un Nuevo Paradigma Educativo (Edgar Cadima en Página Siete 18.7.19)

Edgar Cadima hace un recorrido para repensar el sistema educativo boliviano. Para  ello utiliza el término "guión" que explica el recorrido fallido y en agotamiento de nuestra educación. La sugerencia es que si los bolivianos queremos un cambio en el sistema educativo, tendremos que modificar el guión educativo prevalente. Para ello el analista sugiere superar los compartimentos estancos del conocimiento; implantar gradualmente tres áreas del conocimiento (matemáticas, lenguaje y ciencias); poco a poco generar grupos de estudio en función a guías de estudio precisas; alentar la investigación que involucre al docente tanto como al alumnado; generar prácticas de cuidado del medio ambiente. Adelante!
Utilizar el término paradigma puede ser de difícil comprensión por su complejidad abstracta. Para facilitar la comprensión utilizaré el término guion, entendido como “un texto que expone, con los detalles necesarios para su realización, el contenido de una película, de una historieta, o de un programa de radio o televisión”.

Existen periodos en que los guiones mantienen un esquema común y varían algunos factores o desenlaces. Un buen tiempo hemos vivido con guiones que contaban las historias de héroes humanos que desarrollaban sus actividades en el marco de sus capacidades y nivel tecnológico de dimensión humana (Tarzán, James Bond, McGyver). Ahora los guiones han cambiado, se trata de héroes superpoderosos con capacidades y dotes sobrenaturales, más allá de la dimensión humana (Avengers, Hombre araña).

Retomando la idea de guion para el campo de la educación, podríamos decir que hemos vivido durante muchos años (siglos) con un tipo de guion educativo, común en líneas generales, en gran parte de los países, pero  que se ha agotado, que ya no responde a las nuevas condiciones de vida sociales y tecnológicas y nos encontramos ante la oportunidad de cambiar de guion educativo en nuestro país.

De lo que se trata es de emplear y ordenar, de manera diferente, los factores que intervienen en la educación nacional: estudiantes, docentes, currícula, infraestructura, recursos,  y ordenarlos en un nuevo guion, de tal manera que permitan tener resultados y efectos educativos diferentes.

Suponiendo que tuviéramos las ideas, más o menos claras de un nuevo “guion” educativo, ¿será posible hacer los cambios educativos de manera simultánea en todo el sistema educativo nacional? La evidencia nos muestra que sería difícil, si no imposible, para una gestión de gobierno; se requeriría tener todo diseñado para su aplicación simultánea, el cuerpo docente totalmente capacitado y comprometido y la población movilizada para semejante empeño, además de los tiempos necesarios para su implementación y posterior evaluación.

Ante esa situación compleja, será necesario diseñar una estrategia que permita imaginar ese nuevo “guion” educativo y generar las condiciones adecuadas para su implantación por la vía de Modelos de Educación Innovadora (MEI). Estos modelos de educación innovadora deberían convertirse en los espacios de innovación educativa que sueñan muchos docentes bolivianos inquietos y cansados de la rutina tradicional y anquilosada del actual sistema cuyas iniciativas quedan truncas en un sistema que los asfixia.

Antes de hacer la película, el guion tiene que estar bien elaborado; no pueden faltar detalles mínimos de lo que se va realizar. De igual manera, el nuevo guion educativo debe estar claramente diseñado en estos MEI y no pueden faltar los mínimos detalles.

En este sentido es importante que se tenga clara la nueva concepción de educación. No se trata de hacer maquillajes pintando las escuelas, cambiando algunos contenidos del currículo o distribuyendo computadoras. Nada de eso será suficiente. De lo que se trata es de comprender la educación de manera diferente, centrada en los estudiantes y con un fuerte componente de ejercicio democrático.

Será necesario modificar, completamente, el diseño curricular, su estructura y su organización. Ya no puede haber compartimentos estancos de disciplinas sin ninguna relación. Se debería definir un área fundamental con tres asignaturas centrales: matemáticas, lenguaje y ciencia/tecnología, con contenidos establecidos de forma integral para los 12 años de escolaridad. Estas asignaturas deberían desarrollarse sobre la base de guías de estudio (no lecciones), en función de un aprendizaje personalizado que el estudiante sigue a su ritmo, lo que tiene como consecuencia que los cursos, por grado, con los mismos estudiantes durante todo el año, desaparecen.

Los grupos de estudio (ya no cursos) se organizan en función del desarrollo y avance de temas de los estudiantes. Serán grupos heterogéneos donde niños de 10 años puedan estar estudiando con niñas de 14 porque tienen capacidades desarrolladas que les permiten avanzar a su ritmo y no al ritmo del promedio de una clase tradicional.

Además, debería haber dos otras áreas; una de talentos y aptitudes, donde se aborden artes, oficios, lenguas, deportes, liderazgo,  otra estudios socioambientales, pero no en la lógica tradicional de lecciones a memorizar, sino de estudios de temáticas sociales por proyectos de estudio.

De igual manera, por proyectos se podrían estudiar la naturaleza y el medioambiente, la cultura,  de forma multirrelacional. Gran parte de estas áreas no tendrían un currículo preestablecido, salvo algunos aspectos centrales que hacen a la bolivianidad y la democracia. La democracia tampoco sería un objeto de estudio por lecciones, sino una concepción a ser practicada en todas las instancias y espacios del ámbito educativo.

Docentes y estudiantes deberán desarrollar actividades de cuidado y aseo medioambiental en el establecimiento educativo. Estos establecimientos modelo deberían dejar de lado las falsas y ostentosas preocupaciones de uniformes escolares y superar el esclavismo de las tareas escolares para la casa.

Indudablemente, el cuerpo docente tiene que ser un equipo con alto grado de compromiso para llevar adelante un proyecto de esta magnitud, adecuadamente retribuido para el esfuerzo innovador que significará semejante empresa.

El éxito de este modelo  permitirá ir construyendo un nuevo paradigma educativo en el país desde la experiencia y sobre labase de las sucesivas evaluaciones y sistematizaciones que exija tal emprendimiento. No olvidemos que los paradigmas no se construyen por decreto o de golpe, sino que responden a pequeñas modificaciones (prueba/error) que se van introduciendo en la conducta cotidiana de los grupos sociales y que, a la larga, se van constituyendo en una manera natural de comprender y desarrollar el proceso educativo, y recordemos que muchas realidades han sido, al inicio, sueños.

Edgar Cadima es consultor.

 

La escuela, la niña y el tirano (Mariaca, Mayo 2019)

El siguiente artículo narra un evento revelador del perfil del inconstitucional candidato Juan Evo Morales Ayma. Se trata de una escuela en un municipio rural; un chantaje ignominioso del presidente para pedir el voto del pobre; y la salida airada de los asistentes a favor del ilegítimo candidato. Lo escribió Guillermo Mariaca quien publicó este artículo en Página Siete. Recomendable. 

Los 397 habitantes de Chapimayu fueron testigos de su propia ignominia. Y ninguno pudo responder a la altura mientras el canal oficial pedía aplausos a la niña que, dijeron, “con lágrimas en los ojos por ver a nuestro presidente” se había arrodillado.

Una niña, estudiante de una de las 37 escuelas que existen en el municipio de Monteagudo, Chuquisaca, se arrodilló el martes 21 de junio ante el presidente Evo Morales durante la inauguración de una obra para pedirle la construcción de una escuela en su comunidad. “Mi escuelita querida, olvidada, la más viejita de todas, pero siempre será recordada. Con más de 50 años de vida, pero no perderemos la esperanza de que los sueños sí existen y que algún día nos la construirán”. De rodillas ante el mandatario, le dijo: “Señor presidente Evo Morales Ayma, te pido con mucha tristeza… reclamo mi escuelita”, y rompió en llanto.

El Presidente, intuyendo -después de tanto culto a sí mismo- que podría enfrentar un nuevo vendaval de humillaciones la tomó de la mano izquierda e intentó levantarla. Pero continuó sentado mientras a su derecha y a su izquierda sus acólitos aplaudían la humillación. Cuando la niña se puso de pie,  entregó el proyecto de construcción de la escuela y aún con lágrimas abrazó a Morales.

Antes de que la niña empezara con esa penosa puesta en escena se oyó decir a una mujer mediante un altavoz: “Bienvenido señor Presidente a Monteagudo, la gente de Chapimayu te pide la construcción de un aula educativa”. Después de la humillación de la niña, el Presidente respondió: “Seguramente faltan atenciones pequeñas, medianas, como hace un momento pedían una escuela en Chapimayu. Seguramente faltan, pero también estamos con grandes inversiones, no sé cuantas unidades educativas hemos construido en Monteagudo, muchas vamos a seguir construyendo”. Pero no pudo consigo mismo y reiteró su acostumbrada tiranía: “Esperamos hermano alcalde terminar el estadio. Voy a venir a jugar. Si pierden, ni una obra más; si ganan, primero empezamos con la escuelita en Chapimayu”.

Una semana después la dirección distrital de educación anunció que sancionaría al director y a la profesora que armaron el espectáculo. Pero, obviamente, no mencionaron al canal gubernamental, al muy alegre gobernador, al repetido delito de utilizar niños en su campaña política, ni al tirano que, como tantísimas veces, hace ostentación de un dinero que no es suyo. Claro, el daño, además reiterado, ya estaba hecho. Y el culto a la personalidad expandía una vez más su idolatría en el canal público de televisión.

Un tirano es aquel que cree que encarna la verdad. Y que, por ese dogma de fe otorgado ‘teológicamente’ a sí mismo, se asigna el derecho de demandar que lo adoren. La escuela y la niña lo saben y obran en consecuencia. No en vano nuestro penoso tirano lo exigió hace bastante tiempo: “Pedí a la ministra de comunicación que haga un librito de todas las poesías que hemos escuchado, algunas son composición de los mismos estudiantes, felicito esa iniciativa”. No en vano, con un gesto, hizo que le amarraron los huatos. No en vano, porque todos sus acólitos así se lo hacen saber y, sobre todo, se lo hacen sentir: él, Evo Morales, es infalible.

Todos los tiranos son tiranos. Abusan del poder; construyen las condiciones para reproducirlo por encima de la ley; demandan el culto a su persona; hacen saber que son infalibles. Pero no todos los tiranos son iguales. La diferencia no tiene que ver sobre todo con cuestiones de carácter o con su extracción social o con el uso del populismo. La diferencia tiene que ver con el cariño o con el respeto. Hay tiranos a los que el pueblo, por encima de su humillación, quiere porque siente su paternalismo. Hay tiranos a los que el pueblo respeta porque, por encima de su vergüenza, los teme.

Parece una contradicción que a un tirano se lo quiera o se lo respete, pero es algo que suele suceder al principio de la tiranía porque el tirano tuvo la capacidad de responder alguna íntima demanda popular largamente ignorada. Sucede, sobre todo, cuando el tirano se hace querer apelando a la mítica figura del padre. Es el caso de Evo Morales. Se ha construido como padre. Será derrotado porque fue un mal padre.

Para esa niña el futuro que deseaba promesa, se reveló como amenaza. Quizá por eso al verla tan de cerca encarnada en el tirano su puso a llorar. De terror, abrazada a su terror.

Este artículo hace un recuento de la política personalista del régimen de Morales en el campo de la educación. Analiza el supuesto avance del Ministerio de Educación en la implementación de su reforma "social y comunitaria" tanto en los estudiantes como en los maestros (Página Siete, 17.1.19)

Guillermo Mariaca, en una entrevista, examina las causas del desencuentro entre el educando y el educador en Bolivia. Examina la educación primaria, secundaria y universitaria. (Los Tiempos 17.2.19)

 

Edgar Cadima hace un ensayo sobre el paradigma de la educación. Analiza la delegación parental hacia los maestros, las circunstancias en las cuales dicha delegación funciona y las características del paradigma escolar boliviano, que, por decir lo menos, es calamitoso. Es un artículo que viene a propósito del paradigma tradicionalista vigente. (Página Siete 27.1.18)

 

Edgar Cadima hace un ensayo sobre atreverse a pensar en la intolerante a propósito de la escuela boliviana. Profundiza, por ejemplo, en las reacciones en la UPEA sobre un letrero que decía "Muera el racismo. Viva la raza de bronce" (Página Siete 14.10.18)


 

Edgar Cadima analiza una característica central del modelo educativo actual. Un detallazo: omite, entre otros, a los estudiantes. Interesa citarlo "[en el actual sistema educativo plurinacional] [...] se hallan una infinidad de adjetivos, unos después de otros, de carácter comunitario/político y descuida los aspectos centrales que son los estudiantes, la investigación, los avances científicos y tecnológicos y el futuro." El siguiente artículo enfoca este tema. Accede aquí! (Página Siete 3.7.2018)


 

Edgar Cadima propone varios criterios para la transición del actual régimen que erosiona proactivamente los procesos participativos y vulnera la voluntad popular hacia un régimen de democracia inclusiva y equitativa. Este artículo es indicativo de una preocupación del Colectivo Ciudadano Una Nueva Oportunidad. Fue publicado en Página Siete en fecha 22.4.18. Accede aquí!


La analista Carla Hannover hace una narrativa de la estructura en la que se encuentran los maestros bolivianos. Este artículo detalla las características del escalafón y de las prácticas del sindicalismo de los educadores. Accede aquí! (Página Siete 10.6.18)

Los contenidos de este artículo no necesariamente se enmarcan en la línea editorial del Colectivo Ciudadano Una Nueva Oportunidad.

 

El analista Edgar Cadima escribe un artículo sobre el estado de situación de la educación. Comenta sobre el rol del magisterio, sus características y taras. Los editores de este sitio web nos hemos permitido copiar este artículo por su relevancia y porque propone ideas que cotejan con las soluciones de la educación en Bolivia.

LOS DESAFIOS DE LA EDUCACIÓN BOLIVIANA

Según el gobierno, la educación fluye sin problemas y, a más de algunos aspectos administrativos, no habría que preocuparse, pero la realidad es otra; la educación no está apalancando el desarrollo del país; la inequidad educativa no ha sido superada; la ley A. Siñani–E. Pérez no ha consolidado una educación de calidad acorde al avance de la ciencia y la tecnología; se sigue confundiendo educación con instrucción enciclopédica o escolarización con aprendizaje. El razonamiento, la investigación, la programación y/o el estudio virtual no son moneda corriente. En ese marco, la educación boliviana se encuentra enredada entre una concepción heredada del siglo XIX, los maestros con una mentalidad del siglo XX y los estudiantes con vivencias del siglo XXI. Encontrar soluciones a este enredo significa encarar, entre otros, los siguientes desafíos:

a) Sintonizar educación y desarrollo nacional

El actual modelo económico basado en el extractivismo y la informalidad no genera condiciones para que la educación aporte al desarrollo nacional; es un modelo que exige conocimientos básicos y capacidad limitada para realizar tareas simples en minería, agricultura, servicios, comercio legal o ilegal. El impacto de la educación en el desarrollo nacional es débil y sigue como factor funcional a un modelo económico sin visión de futuro.

Será un desafío superar ese modelo y sintonizar las políticas de desarrollo sustentables con las educativas, entendiendo el desarrollo como el desarrollo de la gente para vivir con dignidad individual y social, en un Estado de derecho, con democracia, justicia y respeto medioambiental, generando conciencia para administrar los recursos de ahora sin poner en riesgo los de las generaciones futuras.

b) Democracia y equidad

Nuestra educación está marcada por la verticalidad. El Estado decide qué, cómo, cuándo y dónde estudiar. Esa imposición expresada en la escuela, y en el aula, con fuertes jerarquías, genera malestar y angustia en los estudiantes, Esto es expresión de la ausencia de democracia en el sistema educativo, tanto en la administración como en la vida escolar. Además, no existe equidad ya que conviven diferentes tipos y calidades de educación para diferentes grupos socio-económicos. Así, parece haber una educación universal, pero no es democrática ni equitativa.

El desafío será trabajar por la equidad con un servicio educativo de calidad para todos los sectores sociales y desarrollar una educación democrática, no sólo en lo administrativo sino en el mismo proceso educativo.

c) Cambio de paradigmas en la educación

Nuestros paradigmas educativos devienen del modelo prusiano implantado en el país a principios del siglo XX. Esos paradigmas confunden educación con escuela; aprender con pasar de curso; y arrastra un régimen de disciplina cuasi militar, un currículum enciclopédico como base de cultura, una pedagogía conductista que anula la creatividad y la investigación; etc.

El eje central del cambio educativo son los/las estudiantes. El enredo señalado arriba se puede resolver alineando la concepción educativa y la mentalidad de los docentes a las exigencias y expectativas de los estudiantes y recuperando la esencia primigenia de educar (lat. educere), es decir, de apoyar el desarrollo de las potencialidades y capacidades de cada persona. Para ello será necesario cambiar varios “chips” paradigmáticos:

  • Cambiar el “chip” conceptual tradicional de la educación. Definir un modelo pedagógico de aprendizaje personalizado con base a la cooperación, la interacción y el enfoque virtual; el aprender a aprender con pedagogías nuevas; la flexibilidad de los procesos educativos y la participación social. Un modelo ético y humanista que desarrolla razonamiento lógico, creatividad y producción intelectual. Comprender que, además de la escuela, existen otras instancias educativas como las Tics y desarrollar capacidades de anticipación (visión de futuro), captando los avances científicos y tecnológicos.
  • Cambiar el “chip” organizacional del sistema educativo. Considerar un currículum fundamental, común y obligatorio y otro currículum complementario; replantear una estructura educativa flexible, acorde a las edades de las/los estudiantes y generar condiciones de apoyo educativo a diferentes niveles.
  • Superar el “chip” endogámico. Todo el sistema educativo está administrado, conducido, evaluado y reproducido por el magisterio. Es hora de superar esa endogamia que asfixia y que impide renovación.
  • d) Calidad educativa y su evaluación

El sistema educativo se mueve a ciegas. No hay información actualizada y confiable que dé pautas de su calidad. Una educación de calidad tiene efectos directos en los estudiantes, en la calidad de la ciudadanía formada y en los procesos de desarrollo económico. Con base a diagnósticos, habrá que formular un Plan Nacional de la Educación, buscar un Acuerdo Nacional por la Calidad de la educación y contar con un sistema de evaluación educativa que garantice procesos serios e integrales.

  1. Innovación educativa

La educación no puede estar al margen del rápido avance científico y tecnológico y ello exige innovarla para que marche a la par y pueda influir en el desarrollo del país. Una innovación coherente que no se confunda con maquillaje.

El Estado debe definir las pautas de una educación innovadora entendida como un conjunto de ideas, procesos y estrategias planificadas para introducir cambios en la educación. Seguir haciendo lo mismo pensando que los resultados serán diferentes es un engaño.

Habrá que contar con un marco legal para desarrollar unidades educativas experimentales e irradiar al resto del sistema educativo innovaciones validadas. Algunas escuelas de convenio, públicas y/o privadas deberían tener ese carácter experimental, adecuadamente organizadas, supervisadas y evaluadas

2. Formación y actualización docente

La calidad del servicio educativo está, en gran medida, en directa relación con la calidad de las/los docentes y esta relación se constituya en un importante desafío. Además de los contenidos de la formación profesional y la actualización, hay que superar la imagen del profe tradicional, portador de saberes, y avanzar para formar tutores capaces de guiar el desarrollo de los estudiantes, de orientar y manejar metodologías innovadoras. Ello significa, además, dignificar su rol brindándoles mejor formación, mejores retribuciones y condiciones laborales, pero también significa exigir eficacia y eficiencia en sus labores.

Los anteriores desafíos no son la totalidad, pero razones de espacio impiden detallar otros

La educación es la savia, el elemento vivificador, de la sociedad. Si ese elemento vital es secundarizado, el árbol social y el país sufrirán las consecuencias.

Edgar Cadima G.

Consultor independiente