Pronunciamiento sobre Ley de Coca

Más de 147 ciudadanos bolivianos se han pronunciado sobre la aprobación de la Ley del Régimen General de la Coca.

«Quienes suscribimos la presente, nos pronunciamos públicamente en rechazo a la “Ley General de la Coca”, aprobada por la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores de la Asamblea Legislativa Plurinacional, el 23 y 24 de febrero respectivamente.» Continuar leyendo Aquí!

 

 

Nuestro Manifiesto este 21 F

MANIFIESTO POR EL 21 DE FEBRERO

En Bolivia, estamos en permanente crisis cuando no encontramos solución a problemas tan domésticos como la corrupción, inseguridad, la falta de empleo, las deficiencias en  salud y educación.

Solo la posibilidad de iniciar de una vez el verdadero cambio que necesita Bolivia, bastaría para sentirnos optimistas de la construcción de un Estado Moderno, pero nada, seguimos estancados y en alarmante retroceso en lo substancial. Saltan las alarmas, el pueblo reconoce los errores y resulta más relevante el desorden sociopolítico que la palabrería triunfalista del Gobierno. No hace falta esforzarse en encontrar respuestas, está claro que el país necesita cambio, la mayoría está indignada por la realidad y consciente del agotamiento, falta de credibilidad e incapacidad para construir un Estado Moderno. Tenemos un país en crisis confundido por intereses sectoriales, por la farsa y la mentira de que “vamos bien”, que “somos el país estable”, que “estamos generando empleo y transformando la economía”. Puras mentiras, vamos mal, la pobreza avanza, la economía se debilita, el empleo informal empeora, el temor se extiende. En realidad se manifiesta claramente  la fragilidad de un Estado dependiente, con una economía extraccionista sin diversificación, similar a la década anterior.

El NO del 21F de 2016, es el NO a un gobierno ridículo, farsante y fetichista, NO a la corrupción, NO al retroceso educativo, NO al continuismo sin futuro, pero principalmente NO a una violación frontal a los principios democráticos que pregona nuestra Constitución Política del Estado con el objetivo de habilitar a Evo Morales para un cuarto periodo consecutivo de gobierno.

Defendemos la victoria del NO en las urnas, ya que es muy necesario fortalecer el Estado Democrático de Derecho, en el cual los actos del Estado y de los individuos están sujetos a normas escritas y se rigen por ellas y es la única forma conocida hasta ahora para garantizar el ejercicio de los derechos fundamentales y limitar al poder.

Bolivia no es un país de ignorantes, Bolivia no merece ser un referente grotesco por la necedad  de sus gobernantes.

Sin embargo no es suficiente la indignación del pueblo, no vamos a derrotar la farsa y la mentira con palabras e insultos, necesitamos unidad, conciencia, movilización y decisión. Las ideas tienen que converger en una única línea de acción que represente el común de la mayoría.  Las acciones políticas de los partidos que han fracasado como oposición, deben someterse al nuevo pensamiento de gente nueva, que el pueblo reconozca en ellos renovación, transparencia y consecuencia. La vieja clase política también corrupta y tramposa, contamina y genera desconfianza, no son bien vistos en foros, marchas y movilizaciones, por lo que será necesario prescindir de sus falsos liderazgos.

La organización del gran colectivo por la defensa del 21F y por su legalidad institucional, deberá constituirse en un primer paso hacia la construcción de un país renovado, donde cada uno de los ciudadanos debemos asumir el reto de propiciar el cambio, el verdadero cambio, y que por ningún motivo primen viejas consignas demagógicas y radicales que distorsionen el objetivo central.

Nuestra Convocatoria al 21 F

 

Convocatoria a la concentración del 21F

Los colectivos ciudadanos y las organizaciones sociales de La Paz y El Alto nos hemos convocado este 21 de febrero en la plaza de San Francisco para celebrar el primer aniversario de la victoria popular sobre el proyecto prorroguista del MAS y para rechazar los nuevos intentos de reformar la Constitución y las leyes con el objetivo de habilitar a Evo Morales para un cuarto periodo consecutivo de gobierno.

  1. Celebramos la victoria en las urnas de la ciudadanía que se movilizó en todo el país para enfrentar el intento gubernamental de cambiar por segunda vez la Constitución con el objetivo de permitir una nueva reelección del binomio Evo Morales – García Linera. La primera reforma de la Constitución con ese mismo propósito se hizo por la vía de una “interpretación” de la CPE por parte del Tribunal Constitucional para que el binomio del MAS pueda optar a la reelección en 2014. Al inicio de su tercer periodo de gobierno, el MAS intentó cambiar nuevamente la Constitución vía referéndum para prolongar su permanencia en el poder de 14 a 19 años continuos. El proyecto prorroguista del MAS fue derrotado democráticamente en las urnas el 21F de 2016.

 

  1. La ciudadanía movilizada y las organizaciones políticas democráticas enfrentaron con los recursos de las redes sociales y del periodismo independiente, a todo el aparato estatal controlado por el MAS que llevó adelante la campaña electoral más costosa de la historia contemporánea de Bolivia. Festejamos la victoria de la mayoría silenciosa de los bolivianos y bolivianas convertidos en reserva de la conciencia democrática del país después de una década de violación sistemática de sus derechos y libertades.

 

  1. Este 21F nos movilizamos para enfrentar el desconocimiento gubernamental de la voluntad popular expresada en las urnas. Desde que se conocieron los primeros resultados del 21F, el gobierno pretendió convertir la victoria democrática en un “empate técnico”, en el “primer tiempo” de un torneo, o reducir el referéndum a una mera encuesta de opinión, sin consecuencias de orden legal y constitucional. Rechazamos las propuestas del congreso del MAS de solicitar la anulación de los resultados del 21F y las “cuatro vías” inconstitucionales y antidemocráticas para habilitar nuevamente a Evo Morales como candidato en 2019.

 

  1. Nos pronunciamos de manera enfática contra la atribución de la derrota gubernamental en las urnas a un complot mediático orquestado por un supuesto “cártel de la mentira”. Ese argumento pretende desconocer los efectos de la acumulación, durante una década, del abuso de poder, la corrupción y la impostura. Con el caso Zapata, el gobierno se enredó en sus propias mentiras, las mismas que continúan con el fin de desconocer los resultados del referéndum. Nos solidarizamos con los periodistas que en cumplimiento de su responsabilidad profesional revelaron la trama de inmoralidad y de tráfico de influencias del entorno afectivo y político de Evo Morales.

 

  1. Nos movilizamos también para defender la legalidad constitucional y exigir el respeto de la Ley electoral. Ni la renuncia anticipada –que equivale a un incumplimiento de deberes– ni un nuevo referéndum que desconociera los resultados vinculantes de un referéndum previo, ni una nueva interpretación de la Constitución a cargo de un Tribunal conformado por militantes del partido de gobierno, tienen la menor viabilidad jurídica ni política. Seguros de que el 21F agotó la vía constitucional para habilitar a Evo Morales como candidato vitalicio del MAS, nos movilizamos para resistir las vías inconstitucionales propuestas por el gobierno.

 

  1. Si estas razones no son suficientes, nos reuniremos el 21F para expresar nuestro repudio a la violación de los derechos indígenas y de las autonomías; al culto a la personalidad financiado con nuestros impuestos; a la depredación ambiental y el extractivismo; al derroche de los recursos públicos y el crecimiento de la deuda externa; a la impostura ideológica y al machismo; a la ineptitud de los “amarrahuatos” que dejaron sin agua a nuestras ciudades; al acoso al periodismo independiente y la humillación de las personas con discapacidad; a la división de las organizaciones sociales y al reiterado intento de captura de la Asamblea de Derechos Humanos; a la persecución judicial de los dirigentes de la oposición democrática y al completo sometimiento de la Justicia a los designios del poder Ejecutivo.

Nos reunimos con esperanza y alegría para celebrar nuestra victoria en paz

y denunciar las acciones de un gobierno que se coloca sistemáticamente

por encima de las leyes.

 

Resistencia ciudadana este 21F

El siguiente artículo de Gonzalo Rojas da cuenta de las características del prorroguismo del ciudadano Evo Morales. Rojas interpreta el lado estrictamente político de esta tedencia oficialista a desconocer los resultados del 21 F.  Este es el artículo en cuestión. Fue transcrito de http://www.noticiasfides.com/opinion/gonzalo-rojas-ortuste/con-amplitud-de-miras-resistencia-ciudadana-ante-el-prorroguismo

Desde que el MAS ha inicialmente dudado hasta ahora rechazar abiertamente la obligación de acatar lo que se decidió en el 21F del pasado año ha ido creciendo la indignación ciudadana para con el oficialismo, inversa a la caída, ya sin vuelta atrás de las simpatías que otrora captaba la figura de Evo Morales. Uno siente ese rechazo en distintos círculos sociales y en el amplio abanico ideológico, simplemente porque es indefendible para el ciudadano común que un resultado como ese quiera evadirse con chicanas más propias de típicos leguleyos que buscan burlar el “espíritu” de la norma, en este caso el Art. 168 constitucional, que limita a dos mandatos continuos a las dos más altas magistraturas del Estado.
Por sí hubiera dudas del distanciamiento hacia el oficialismo hay sucesivas encuestas que nos confirma eso. Quiero detenerme en el reiterado apoyo que la figura de Carlos Mesa concita, para molestia indisimulada de los actuales ocupantes de los cargos mencionados, que no han reparado adjetivos, algunos de grueso calibre, para intentar afectar esa popularidad de quien ven como el rival a temer, cuando no enemigo a derrotar. Quiero recordar que una de las principales debilidades cuando Carlos Mesa fue presidente era la carencia de aparato partidario, no es desde luego la única y él mismo la reconoció en un libro publicado de su autoría sobre esos azarosos días.
Es por ello contradictorio que en cierta opinión pública verdaderamente hastiada de los excesos del poder político en curso, hoy tenga tantos reparos a los “partidos políticos” cual de demonios se tratara. Desde luego no son un racimo de virtudes, ni aquí ni en ningún lado, y yo mismo he sido parte de los proponentes para desmonopolizar a la vía partidaria para terciar en elecciones y acceder a cargos de elección popular hace más de una década.
Sin embargo de ello, pretender que son totalmente prescindibles o completamente secundarios es simplemente ignorar la especificidad del campo político. Desde las condiciones de rivalidad inherente, la agregación de intereses, la contingencia y varios similares del mismo nivel de abstracción, pensemos en el momento actual donde el MAS y el oficialismo son sin duda máquina de movilización de masas en las que no se puede negar sus destrezas.  Por ello, posiciones intransigentes a la legítima participación de partidos, pretendiendo con ello una suerte de virginidad política es hacerle juego al aparato que enquistado en el Estado pretende perpetuarse allí y en las limitaciones ciudadanas encuentra el argumento de facto para seguirlo intentando.
En una democracia, por muy intercultural y participativa que se quiera, ha de haber campo para el juego de debate de ideas sin ser perseguido por ello, y para la organización más o menos estable de propuestas y embriones de políticas públicas, que eso también son los partidos, así sea al costo de cierta posición destacada de sus líderes, por eso siempre limitados para que en ningún momento se autoperciban como caudillos imprescindibles.
Gonzalo Rojas Ortuste es politólogo y ciudadano en ejercicio