A raíz de la implosión y derrota del MAS en las pasadas elecciones del 17 de agosto, se ha generado una serie de opiniones referidas a la vigencia del ciclo nacional popular-indígena. Una cosa es el agotamiento del “proceso de cambio” del MAS, que podemos decir que fue un episodio largo, dentro del ciclo nacional popular indígena, pero ese agotamiento no supone que el ciclo nacional popular-indígena se haya cerrado. Creo que aún queda mucho camino por recorrer en este ciclo, aunque, lamentablemente, la deformación populista sea la tónica de los nuevos tiempos.
