Cerrar el ciclo nacional popular-indígena va a tomar todavía mucho tiempo, con sobresaltos y algunos apuros que seguramente los superaremos, casi sin darnos cuenta, cuando se resuelvan los agudos problemas económicos y sociales, cuando una educación de calidad sea lo normal en el país; una educación diferente que tenga como eje el pensamiento crítico, el análisis informado; que los estudiantes concluyan sus estudios con competencias óptimas de lectura, escritura y matemáticas (como mínimo), cuando la escuela deje de ser una tortura de la formalidad, orientada solo a enseñar y a transmitir información y pase a ser un servicio de calidad que permita generar capacidades orientadas a la construcción de ciudadanía y cuando logremos despercudirnos, como sociedad, de los prejuicios que se arrastran contra el movimiento popular-indígena. Procesos educativos sostenidos a mediano y largo plazo que permitirán a la sociedad toda superar los altos grados de discriminación, recelos y prejuicios e ir mutando hacia una sociedad de ciudadanos, democrática con justicia social y desarrollo sostenible.
https://www.datapolis.bo/opinion/la-lucha-por-el-poder-y-lo-nacional-popular-indigena
