Pero en el discurso hegemónico, políticamente correcto, (...) las mujeres no somos iguales a los hombres, pues el machismo patriarcal o patriarcado machista —efecto del capitalismo desde tiempos de las cavernas (Marx ni se enteró de eso)— determina que nosotras seamos buenas, digamos siempre la verdad y seamos víctimas, y ellos malos, mentirosos y agresores. De allí la necesidad de clamar al poder por protección para nosotras y represión para ellos, para disciplinarlos hasta matar a su masculinidad tóxica.
https://www.lostiempos.com/actualidad/opinion/20231001/columna/cinco-dedos-furia
