Las Fuerzas Armadas asumieron similar conducta en la ciudad de La Paz, en 2019, ante los ataques desatados por los seguidores de Evo Morales, mientras él huía a México. En aquella ocasión, la presencia de militares en las calles intentó ser mostrada por los masistas como un golpe de Estado (algo que en realidad nunca pasó ) y dio pábulo para que sinvergüenzas de todo tipo, entre los que sobresalen impostores argentinos, inventaran historias y se refieran al gobierno constitucional transitorio de la señora Jeanine Añez como una “sangrienta dictadura”.
Total, “cambia, todo cambia”, como lo escribió el compositor chileno Julio Numhauser, en 1982, durante su exilio. Hoy, las Fuerzas Armadas protegen a la población de los excesos de sujetos desquiciados, ligados a actividades ilícitas y al servicio de intereses personales.
