(...) muchísima gente está cabreada con el MAS, con su proyecto y con su desastrosa gestión económica. Es moneda corriente escuchar decir “No sé aún por quién votaré, pero sí sé por quién no lo haré: por ningún candidato del MAS o filomasista”.
Otra certeza es que, pese a que Bolivia vivió desde 2006 un modelo capitalista de estado, la población ha identificado al mismo como “socialismo”, lo que deberá contabilizarse como otra “hazaña” del MAS.
