Las nacionalizaciones dispuestas por el gobierno del MAS no reportaron beneficio alguno para el Estado; sino, más bien, millonarias pérdidas derivadas de las mencionadas demandas arbitrales. Este desastre, que afectó severamente a la economía de Bolivia, no inmutó a Evo Morales ni a su ministro de Economía, Luis Arce Catacora, ya que los costos de los arbitrajes se solventaron con la ganancia que para entonces reportaban los contratos de gas y las exportaciones gestionadas durante los gobiernos llamados neoliberales. Claro, ¡el que no trabaja no sabe lo que cuesta! Los frutos del trabajo y esfuerzo de los neoliberales los disfrutó y los malgastó la dirigencia socialista del MAS.
Habrá que empezar de nuevo y para enfrentar la grave crisis económica que nos agobia debemos gestionar inversión extranjera eficiente y confiable.
La analista Karen Longaric no es miembro de Una Nueva Oportunidad. UNO alienta el debate de ideas pero no se adscribe necesariamente al contenido de este artículo.
