Una investigación de varios meses, realizada por la organización Prisoners Defenders (PD), ha confirmado cuál es el nuevo negocio de supervivencia de la revolución castrista, por detrás de las famosas misiones médicas repartidas entre países de gobiernos amigos, que sirven para mantener una economía fracasada.
Carbón vegetal, puros habanos y los productos derivados de la caña de azúcar representan hoy una fuente de financiación para las maltrechas arcas del Partido Comunista de Cuba (PCC), todo ello a costa del esfuerzo de 60.000 presos, repartidos entre los 90.000 internos penales y más de 37.000 sancionados en régimen abierto.
https://www.elmundo.es/internacional/2025/09/15/68c832c0e9cf4ad23a8b4574.html
El periodista Daniel Lozano no es miembro de Una Nueva Oportunidad. UNO alienta el debate de ideas pero no se adscribe necesariamente al contenido de este artículo.
