La transgresión, por parte de Luis Arce Catacora, de la normativa electoral vigente, ha dado paso a la demanda de que el TSE aplique el Art. 136 III de la Ley de Régimen Electoral y cancele de inmediato la personalidad jurídica del MAS, tal como ocurrió en 2015 con una fuerza política en el departamento de Beni. Resurge así, la intención de resucitar la Ley del Talión.
La sociedad boliviana ha sufrido, durante 14 años, la vulneración de sus derechos, asentada en normas como la señalada, y ejecutada por un andamiaje autoritario que no respetaba derechos ni admitía disensos. La culminación de esta actitud, ejecutada por el MAS, fue el desconocimiento de los resultados del 21F y el grosero fraude electoral de octubre 2019.
En tal antecedente, el colectivo Una Nueva Oportunidad (U.N.O.), al igual que el 2015, consecuente con sus convicciones democráticas expresadas a lo largo de su existencia, considera que, independientemente de la decisión que asuma el TSE, la cual deberá ser acatada por todos, en un marco democrático como el que caracteriza a la gran mayoría de la ciudadanía de nuestro país, y convencidos que el mencionado artículo 136 de la Ley 26, en su integridad, es contrario a los instrumentos internacionales de derechos humanos y a la propia Constitución Política del Estado, se debe conseguir su inmediata derogación.
A esto debe seguir la derrota electoral del MAS, que será la manera legítima e incontestable, en que su práctica autovictimizadora y sus intenciones de sembrar la violencia en el país, sean sepultadas con un arma contundente: la voluntad popular expresada en las urnas.
La Paz, 21 de julio 2020
