Como parte del sainete anual para el incremento salarial, el presidente Arce prometió enviar al Legislativo un proyecto de ley que establezca la jubilación obligatoria a los 65 años. Tal vez recordando épocas en que trabajó en el Banco Central neoliberal y emulando a un expresidente que quiso suprimir el Bonosol, Arce dijo: “Se ha establecido un límite máximo de acuerdo a la Ley General del Trabajo, un tope de 65 años que el trabajador tiene que tener para trabajar y por encima de esos 65 años nosotros consideramos que ya no tiene un aporte al sector que corresponde y debería jubilarse”.
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